Mi Experiencia con la Ley de la Segunda Oportunidad
Ley de Segunda Oportunidad
Herramienta para saber si cumples los requisitos
Nunca fui un buen emprendedor, tengo que reconocerlo. He tenido cuatro empresas y ninguna fue bien. Las tres primeras tuvieron que cerrar por culpa de mi gestión. Está claro que cada uno nace para lo que nace, y yo no había nacido para ser empresario.
Pero con la cuarta empresa la cosa fue distinta. Éramos tres socios y yo era el administrador único, es decir, era autónomo. Para no dar muchas pistas, diré que la empresa era distribuidora de dos grandes compañías de servicios y teníamos comerciales en la calle y personal de montaje.
Nos iba bien, yo había aprendido algo de los últimos fracasos y todos estábamos contentos: los comerciales ganaban buenas comisiones, los montadores cobraban un buen sueldo y la empresa daba beneficios.
El Principio del fin
Pero llegó un momento en el que la cosa empezó a torcerse. A una de las dos plataformas para las que trabajábamos no le iba muy bien y eliminó a muchos distribuidores, los más pequeños, y entre ellos estaba mi empresa.
Tuvimos que reducir comerciales y despedir a algunos montadores. Pero el problema no terminó ahí: la otra gran plataforma nos anunció que cambiaba las condiciones de la distribución de forma unilateral y, como os podéis imaginar, las nuevas condiciones no eran mejores precisamente, sino todo lo contrario.
La Puntilla Final
El mejor amigo de un empresario ¿El Banco?
Empezamos a tener problemas de liquidez y, como teníamos una línea de crédito con nuestro banco, le solicitamos una ampliación de la misma para hacer frente a dichos problemas. He de decir que llevábamos más de cinco años trabajando con ese banco sin ningún problema, pagando religiosamente todos los recibos y todos los intereses que nos cobraban.
En aquellos tiempos era muy normal recibir la visita de directores de oficina de las sucursales de bancos cercanas, y había un director que era especialmente persistente. Venía a vernos con regularidad e incluso nos tomábamos de vez en cuando unas cervezas con él. Aunque nos ofrecía mejores condiciones que nuestro banco actual, siempre le decíamos que estábamos bien con nuestro banco y que, si algún día la empresa crecía, entonces podríamos trabajar con dos bancos.
Pero nuestro “amado” banco nos dio calabazas. Nos dijo que en ese momento no podían ampliarnos la línea de crédito (supongo que se habrían enterado de la reducción de empresas distribuidoras de una de las dos plataformas).
No teníamos otra opción: había que hablar con el director persistente de la otra sucursal bancaria. Le explicamos el asunto y no nos puso ningún impedimento. Nos concedió una nueva línea de crédito que era más pequeña que la que teníamos, pero que nos solucionaba los problemas de liquidez que teníamos en aquel momento.
Las malas artes de algunos bancos
Todavía no sé cómo, pero nuestro banco de siempre se enteró y, ni corto ni perezoso, nos ejecutó toda la línea de crédito, obligándonos a pagarla en su totalidad. Y, como la empresa no tenía, fueron a por nosotros, los socios. Algunos tuvieron suerte, pero a mí me embargaron mi casa.
Perdí mi casa, perdí mi empresa y me quedé con deudas pendientes por valor de más de 70.000 euros.
El Calvario
Tuvimos que irnos a vivir a casa de mi madre. Cinco personas viviendo en un piso de 50 metros cuadrados y malviviendo con los 600 euros de la pensión de mi madre. El presupuesto (no se me olvida), quitando los gastos de comunidad, luz, agua, teléfono fijo, etc., era de 80 euros a la semana para desayunar, almorzar, merendar y cenar para cinco personas, incluyendo dos hijos, además de productos de limpieza y gastos imprevistos.
¡80 EUROS A LA SEMANA!
A partir de ahí, os podéis imaginar: una auténtica tortura. Llamadas de teléfono, miedo al abrir el buzón, embargos en la cuenta del banco personal, embargos en nóminas, tanto a mí como a mi mujer, puesto que teníamos el régimen de bienes gananciales y ella estaba tan pringada como yo; cartas del juzgado, por supuesto nada de préstamos, nada de tarjetas de crédito, nada de compras a plazos, etc., etc., etc.
Para qué voy a dar más detalles; esto sólo lo sabe quien lo ha sufrido.
¡No tenía NADA! Y lo peor: no podría tener NUNCA nada.
Herramienta para saber si cumples los requisitos
Ley de segunda Oportunidad
Yo había oído desde hace años el tema de la Ley de Segundas Oportunidades, incluso uno de mis hijos me habló de ello porque lo había visto en Tiktok, pero yo sabía que no tenía dinero para pagarle a un abogado especialista que me presentase la solicitud, el precio era de 3.000, 4.000 o 5.000 euros, algo imposible para mi.
Hace poco mas de 4 meses, hablando con un amigo, surgió el tema de forma casual. Resulta que él estaba en tramites con la Ley de la Segunda Oportunidad. A él le habían puesto un administrador concursal porque tenía parte de una vivienda y un coche, entonces tenían que valorarlo y venderlo, pero lo mas interesante fué que me dijo que el abogado que le había hecho todos los tramites le había permitido pagar mensualmente, una entrada para provisión de gastos de 500€ y 200€ mensuales.
Para mí eso era un cambio de juego, no es que me sobrara el dinero pero ya no era inabordable. Hablé con mi hijo e inmediatamente me dijo que me prestaba el dinero inicial y que llamase al abogado.
Y así lo hice, y he de decir que ha sido la mejor decisión de mi vida. El abogado es una persona cercana, que comprende a la perfección la situación de las personas que se encuentran en esta situación, que es un autentico profesional y un experto en la Ley de Segunda Oportunidad.
Le expuse mi caso y negocié con él las condiciones de pago, que fueron incluso mejores que las de mi amigo, y no solo eso sino que me dijo que al no tener bienes a mi nombre, lo que se conoce como “sin masa”, la resolución de mi caso iría mucho mas rápido que a mi amigo porque al no tener bienes a mi nombre no era necesario nombrar a un administrador concursal para gestionar los bienes.
Hoy, ya tengo en mi poder el auto del juez donde literalmente dice que TODAS MIS DEUDAS QUEDAN EXONERADAS. Ya no me reclamarán nada por teléfono, ni por carta, ni embargos de cuentas, ni de nóminas. Soy libre.
En poco mas de 4 meses se ha resuelto todo. Mi amigo sigue esperando pero ya han publicado su tramite en el BOE para que los acreedores puedan apelar en 15 días, cosa que casi nunca sucede, por lo que él pronto estará tan feliz como yo estoy hoy en día.
Que es la Ley de Segunda Oportunidad
Imagina poder liberarte de tus deudas, respirar aliviado y empezar de nuevo. La Ley de Segunda Oportunidad, promulgada en 2015 y actualizada en 2022, ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de renegociar o cancelar sus deudas y reconstruir su vida financiera.
Ley de Segundas Oportunidades
En términos sencillos, la Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que te permite, como deudor de buena fe, salir de una situación de insolvencia. Consta de dos fases principales:
- Fase extrajudicial: Primero, se intenta llegar a un acuerdo amistoso con tus acreedores para reestructurar o reducir tus deudas. (Después de la última reforma, esto ya no es obligatorio)
- Fase judicial: Si no se logra un acuerdo extrajudicial, se inicia un concurso de acreedores. En este proceso, un juez evalúa tu situación y puede concederte el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), que significa la cancelación total o parcial de tus deudas.
Existen dos tipos de concurso:
- Concurso sin masa: Si no tienes bienes suficientes para cubrir tus deudas.
- Concurso con bienes: Implica la liquidación de tus bienes para pagar a los acreedores. Sin embargo, la ley busca proteger la vivienda habitual del deudor.
Además, la LSO contempla la dación en pago, que te permite entregar tu vivienda habitual para saldar la deuda hipotecaria y liberarte del resto de la deuda.
Herramienta para saber si cumples los requisitos
Requisitos Ley de Segunda Oportunidad
Para acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, debes cumplir con ciertos requisitos:
- Ser persona física: la Ley de Segunda Oportunidad está dirigida a particulares y autónomos.
- Estar en situación de insolvencia: debes demostrar que no puedes hacer frente a tus deudas.
- Actuar de buena fe: no haber ocultado bienes ni intentado engañar a tus acreedores.
- No haber sido condenado por delitos socioeconómicos en los últimos 10 años.
- No haber utilizado la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos 5 años.
- Tener deudas con mas de un acreedor
En cuanto a las deudas con Hacienda y Seguridad Social, la Ley de Segunda Oportunidad permite la exoneración de hasta 10.000 euros en cada caso.
Beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad puede proporcionarte un nuevo comienzo financiero y una gran tranquilidad:
- Exoneración de deudas: podrás liberarte total o parcialmente de tus deudas.
- Paralización de embargos y acoso: los acreedores no podrán embargarte ni acosarte con llamadas.
- Salida de ficheros de morosidad: tu nombre será borrado de los ficheros de morosos como ASNEF o Badexcug.
- Conservación de la vivienda: en algunos casos, podrás mantener tu vivienda habitual.
- Mejora del historial crediticio: a largo plazo, tu historial crediticio mejorará.
El Proceso de la Ley de Segunda Oportunidad Paso a Paso
Si decides acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, el proceso será el siguiente:
- Contactar con un abogado especializado: es fundamental contar con un abogado experto en Ley de Segunda Oportunidad que te guíe durante todo el proceso.
- Recopilar la documentación: deberás reunir una serie de documentos que acrediten tu situación financiera.
- Intento de acuerdo extrajudicial: tu abogado intentará llegar a un acuerdo con tus acreedores. (Esto ya no es necesario)
- Solicitud de concurso de acreedores: si no se logra un acuerdo extrajudicial, se presentará una solicitud de concurso de acreedores.
- Nombramiento de un administrador concursal: el juez nombrará a un administrador concursal para supervisar el proceso. (sólo si tienes bienes a tu nombre)
- Liquidación de bienes (si procede): en caso de concurso con bienes, se procederá a la liquidación de tus bienes no esenciales.
- Exoneración de las deudas: si cumples con los requisitos, el juez te concederá el BEPI y quedarás liberado de tus deudas.
¿Cuánto Cuesta el Procedimiento?
Los costes del proceso varían según la complejidad del caso, pero muchos despachos ofrecen precios cerrados y opciones de pago fraccionado.
Casos de Éxito: La Ley de Segunda Oportunidad Funciona
La Ley de Segunda Oportunidad ha ayudado a miles de personas a superar el sobreendeudamiento y empezar de nuevo. En las webs de muchos despachos especializados, encontrarás casos de éxito y testimonios de clientes que han logrado cancelar sus deudas.
Más Allá de lo Económico: El Impacto Emocional
El sobreendeudamiento no solo afecta a tu bolsillo, sino que también puede tener un impacto devastador en tu salud mental y emocional. La Ley de Segunda Oportunidad te ofrece la oportunidad de liberarte de esa carga y recuperar tu bienestar.
La Educación Financiera: Tu Mejor Aliada
La Ley de Segunda Oportunidad es una herramienta valiosa para superar el sobreendeudamiento, pero la educación financiera es clave para prevenirlo. Aprende a gestionar tu presupuesto, planificar tu futuro y tomar decisiones financieras informadas.
Conclusión sobre la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad es una herramienta poderosa que puede ayudarte a superar el sobreendeudamiento y empezar de nuevo. Si te encuentras en una situación financiera difícil, no dudes en buscar asesoramiento legal especializado. La Ley de Segunda Oportunidad puede ser la luz al final del túnel que necesitas.
Recuerda, siempre es mejor actuar cuanto antes y buscar una solución. ¡No estás solo en este camino!
